La primavera es una época de nuevos comienzos y nuevos comienzos. Es una temporada de esperanza, cuando la tierra despierta de su letargo invernal y brota de nueva vida.
Que usemos esta temporada para descansar, recargar energías, conectarnos con nuestros seres queridos y reflexionar sobre la bondad de Dios en nuestras vidas.
La Pascua es un tiempo de gran regocijo, ya que celebramos la resurrección de Jesucristo de entre los muertos. A través de Su muerte y resurrección, Él nos ofrece el regalo de nueva vida y esperanza, y nos invita a compartir Su victoria sobre el pecado y la muerte.
En un mundo lleno de dolor y sufrimiento, la alegría puede parecer un sueño lejano. Pero como creyentes, tenemos acceso a un gozo que no depende de nuestras circunstancias.